¬¬Principito¬¬

Pasaba sola mis días, sin encontrar a nadie con quien verdaderamente pudiera hablar, hasta que algo me sucedió hace ya unos diez meses, en el desierto de San Joaquín. Mi motor sufrió una rotura. Como no contaba con mecánic@ ni pasajer@s, no tuve otra opción que la de intentar sola una difícil reparación. Indudablemente era para mí, una cuestión de vida o muerte. El agua que tenía, sólo me alcanzaba para ocho días.

Me recosté sobre el pasto, pasando así mi primer noche nada menos que junto a mucha gente que se movía de una manera extraña. Me encontraba por cierto, más alejada de l@s conocid@s intentando quizás huir de mi rutina para encontrarme conmigo misma. Inexplicable fue mi sorpresa, cuando al avanzar la noche una extraña vocecita me decía casi suplicante:

-Por favor... disculpame!

-Eh!-exclamé-

-Disculpame tu a mi...

[puesto que habíamos tropezado lo un@ con lo otr@]

Como atravesada por un rayo, de un salto me puse frente a él, refregué mis ojos y observé con severa atención. Me encontré frente a un increíble hombrecito que me examinaba gravemente.

Continuaba absorta mirando aquélla aparición ya que me encontraba, como les dijera, a mil millas de la tierra, en una especie de extraño vuelo. El hombrecito sin embargo, no me parecía extraviado, ni cansado, ni muerto de sed ni de hambre y menos muerto de miedo. No tenía el aspecto de un niño extraviado.

Al fin pude hablar y entonces dije:

-Pero... qué haces aquí?

Suavemente pero muy serio me dijo:

-Me das tu mail? ...

Cuando el misterio es demasiado grande, es imposible desobedecer. Por extraño que me pareciera, rodeada de tanta gente y en ese estado un tanto extraño, comencé a hacer memoria para recordar mi mail.... Comuniqué al hombrecito, en el mejor tono, que no sabía si me escucharía por todo el ruido que había y que considerando las circunstancias lo más probable sería que olvidaría el dato dado. Me contestó:

-No te preocupes, no lo olvidaré

Nunca en mi vida había dado mi mail así, tan rápido, a un [des]conocido, de manera que decidí asegurarme de encontrar otra forma de ubicarlo si lo llegaba a olvidar.

Incalculable mi sorpresa, cuando oí al hombrecito responder:

-No! No! No te preocupes, no lo olvidaré. Dime tu mail y yo apenas llege a mi casa te agrego

Entonces le grité para que pudiera escucharme
[puesto que la música era ensordecedora]



El hombrecito escuchó con atención y luego dijo:

-Esta bien, ya lo memorizé, debo irme, es tarde...

igualmente me aseguré de saber algún dato más de él, puesto que me causaba gran curiosidad

Sorprendida me quedé al comprobar que el rostro de mi joven juez se iluminaba:
[Al parecer a él le agradó darse cuenta de mi interés]

-Es exactamente como lo quería! Me pregunto si necesitará mucha hierba....

-Por qué?

-Porque es necesario emprender el vuelo...

-Seguro que alcanzará.

Mirando mi rostro sonriente, con la cabeza inclinada dijo:

-Hasta pronto, ya habrá tiempo para conversar

Le di un abrazo y lo observé mientras se alejaba

Así fue como conocí al principito....


capitulo II del principito
intervenido
para vos

HeEsRtMrEaNmEbUóTtIiCcAa

tkm


[j-o4/z-25]





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